Cada 5 de marzo, desde 1998, se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una jornada que sirve para recordar la importancia de un uso inteligente y sostenible de la energía en todos los sectores, incluyendo nuestros hogares.

La eficiencia energética juega un papel crucial en la mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de dióxido de carbono, principalmente provenientes de la quema de combustibles fósiles y la generación de energía no renovable. Mejorar la eficiencia en la producción y consumo de energía, junto con la transición gradual a fuentes renovables, ofrece una vía efectiva para reducir estas emisiones y sus efectos adversos.

En el ámbito doméstico, acciones cotidianas como el uso de electrodomésticos eficientes y medidas de ahorro energético pueden marcar una gran diferencia. Estas prácticas no solo contribuyen al bienestar del planeta, sino que también se reflejan en ahorros económicos para los hogares, con facturas de energía más bajas.

En este contexto, la electrificación de las viviendas emerge como una estrategia clave. Reemplazar gradualmente los sistemas de calefacción y agua caliente basados en combustibles fósiles, como el gas natural o el gasóleo, por sistemas eléctricos, como la aerotermia, facilita el uso de energía proveniente de fuentes renovables. Este cambio contribuye significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Esta transición se apoya en la creciente disponibilidad y accesibilidad de energías renovables, ya sea mediante el suministro eléctrico 100% renovable ofrecido por algunas compañías energéticas, la participación en comunidades energéticas, o la instalación de energías renovables en las propias viviendas o edificios. Esta estrategia puede reducir drásticamente la huella de carbono de los hogares. Es importante destacar que, antes de invertir en electrificación de las instalaciones, es crucial reducir al máximo el consumo de energía de los hogares, por ejemplo, mejorando el aislamiento. Esto se debe a que las instalaciones de climatización se diseñan considerando el consumo de energía, y por lo tanto, éste debe ser el mínimo posible para evitar sobredimensionar las instalaciones.

Algunos motivos por los cuales la electrificación se presenta como una alternativa prometedora son:

• Descarbonización, reduciendo así la emisión de gases de efecto invernadero.
• Eficiencia energética, permitiendo un mejor control y gestión de la energía.
• Integración de tecnologías inteligentes
• Impulso a la industria de energías renovables
• Independencia energética de los combustibles fósiles

A pesar de los beneficios evidentes, la electrificación de viviendas también plantea desafíos, como la actualización de la infraestructura eléctrica y la garantía de una producción de energía renovable confiable. Además, es esencial abordar la equidad y asegurar que la transición beneficie a todas las comunidades.

En este Día Mundial de la Eficiencia Energética, es fundamental el trabajo conjunto de gobiernos, empresas y ciudadanía para impulsar iniciativas que promuevan la adopción de tecnologías limpias, la mejora de infraestructuras y la concienciación sobre la importancia de un consumo responsable de energía. La transición hacia una sociedad más eficiente y sostenible es un desafío que requiere la colaboración de todo el mundo.

Aprovechemos esta ocasión para reflexionar sobre nuestras prácticas y adoptar medidas concretas para preservar nuestro planeta.